10 CONSEJOS PARA SER PADRES SEGÚN LA BIBLIA

Ser padre puede ser una de las relaciones más gratificantes de la vida. Pero entre llevar a los niños a la escuela, trabajar y administrar una casa, seamos sinceros: puede ser abrumador. Y saber cómo ser padre en el mundo actual impulsado por la tecnología puede ser aterrador. Por eso, aquí hay algunos consejos sobre cómo ser padre desde una perspectiva bíblica.

1. Aprecie el valor del juego.
   El juego es el trabajo de los niños. El juego es fundamental para todos los aspectos de su desarrollo, pero la mayoría no lo considera una herramienta valiosa. El juego puede prevenir problemas de disciplina, ofrece una forma natural de aprendizaje para los niños y es esencial para formar una relación positiva entre padres e hijos (ver Efesios 6:4).
2. Hable con su hijo y escúchelo.
   Es fundamental establecer contacto visual y utilizar un tacto suave al comunicarse con él. Dé instrucciones claras y coherentes, pero no demasiadas a la vez. Recuerde la importancia de la comunicación no verbal y asegúrese de sostener al niño para consolarlo o compartir sonrisas y abrazos (ver Proverbios 1:8-9).
3. Fortalezca el cerebro y el cuerpo de su hijo.
   Ofrézcale comidas y refrigerios saludables y modele buenos hábitos alimenticios. Fomente el ejercicio manteniéndose activo con su hijo y limitando el tiempo que pasa frente al televisor o jugando videojuegos. Un padre puede apoyar los esfuerzos de su hijo en la escuela y brindarle oportunidades para aprender y explorar visitando la biblioteca, museos, zoológicos y otros lugares de interés (ver Efesios 5:29).
4. Los padres deben ser la primera fuente de información de sus hijos.
   Animar a los niños a hacer preguntas ahora les facilitará hacerlas cuando sean mayores. Responder a las preguntas de un niño con honestidad y franqueza puede crear una relación de confianza y respeto mutuos que puede evitar que el niño desarrolle hábitos peligrosos o corra riesgos innecesarios (ver Proverbios 1:2-4).
5. Aprenda cómo se desarrollan los niños y conozca sus talentos únicos.
   Cuando se trata de un niño, el verdadero experto es su padre. Por lo tanto, un padre debe conocer todas las áreas del desarrollo de su hijo: físico, intelectual, social, emocional y moral. Cada niño necesita ayuda excepcional para progresar a su propio ritmo (ver Proverbios 22:6).
6. Valore la individualidad de su hijo.
   Los padres deben apoyar los intereses y talentos de sus hijos. Trate de pasar tiempo a solas con cada uno de ellos todos los días. Elogie sus cualidades únicas y evite compararlos o preguntar por qué no pueden ser como otra persona (ver Isaías 11:6).
7. Prepare un hogar para el éxito: haga que funcione para toda la familia.
   Dé el ejemplo y enseñe buenos hábitos de seguridad y establezca rutinas. Hable y haga cumplir las reglas familiares que funcionen en el hogar; por ejemplo, guardar los juguetes después de jugar (ver Deuteronomio 6:1-9).
8. Los padres deben cuidar de sí mismos.
   Si están cansados, enfermos o simplemente agotados, no pueden ser tan eficaces. Coma alimentos saludables, duerma lo suficiente y tómese descansos ocasionales de la crianza de los hijos. Si es posible, solicite el apoyo de familiares, amigos y vecinos cuando las cosas parezcan abrumadoras (ver 1 Corintios 6:19).
9. Reserve tiempo para actividades familiares.
   El sentido de pertenencia se fortalece cuando las familias participan en actividades cotidianas, como comer juntos y compartir tareas y responsabilidades. Utilice el tiempo en familia para hablar sobre necesidades y sentimientos, resolver problemas y promover la cooperación (véase Marcos 5:19).
10. Enseñe a su hijo a distinguir el bien del mal.
    La comprensión del bien y del mal en un niño se desarrolla lentamente. Se le debe enseñar un código de conducta moral y sentar las bases para desarrollar su guía moral. Lo que aprenda cuando sea niño lo guiará por el resto de su vida (ver Proverbios 22:6).

Aldo Díaz

Newlife Ministries